La casa de mi novia.

Llegue a casa de Naomi temprano, sabia que ese dia estaria sola, asi que habiamos planeado pasar toda la tarde juntas. No era como si no pasaramos alguna tarde juntas pero desde que lo nuestro se habia hecho mas formal me pasaba todo el tiempo en su casa.
Deje la moto estacionada en el jardin y fui hasta la puerta, toque suavemente y espere a que fuera a abrirme.

Frotaba uno de mis ojos haciendo un puchero mientras caminaba hacía la puerta. Sabía que no era nada temprano pero yo me había quedado dormida más de la cuenta... aparte quería estar lucida antes de que llegará Ems ese día y como el anterior nos habíamos desvelado; bueno pues necesitaba dormir un poco más.
Abrí la puerta sin muchas ganas, pensando que era un vendedor equis, pero al ver que se trataba de mi novia, me despeje por completo y la mire sorprendida.
-Oh por Dios, ¿Qué hora es?
Yo que pensaba que a más tardar era medio día pero definitivamente había dormido de más.

Solte una suave risa ante su impresion y mire mi reloj.
-Casi las 4.
Dije entre suaves risas mientras levantaba y le enseñaba unas bolsas que habia llevado.
-Supuse que tendrias hambre asi que fui por hamburguesas.

-¡¿Las cuatro?!
Alarmada mire hacía el reloj que estaba en una pared y solté un gemido al ver que era cierto.
-Demonios, nunca había dormido tanto.
Mire a Emily y sonreí ligeramente... mi novia era un amor, no había duda.
La tome de su brazo libre para jalarla y que entrará a la casa.
-¿Qué haría sin ti?
Pregunté sin dejar de sonreí mientras me acercaba a ella para besarla.

Correspondi su beso suavemente y al apartarnos camine hasta el comedor.
-Dormir hasta quizas que hora... Y morir da hambre.
Abri la bolsa y saque una hamburguesa para entregarsela a ella.
-Y... No podrias vivir sin mi, asi como yo no puedo estar sin ti.
Era una melosa, lo asumia, pero asi era feliz.

Sonreí ante sus palabras, pues tenía toda la razón y no era necesario que se lo dijera pues se lo demostraba de otra manera.
-Gracias.
Tome la hamburguesa que me daba y estuve apunto de morderla cuando hice una mueca.
-Creo que debería ir a arreglarme... no es justo que tú estés de lo más linda y yo en bata.
Porque la realidad es que no usaba pijama... y también tendría que asearme, ¡estaba hecha toda un caos!

-Estas linda asi.
Me encogi de hombros mientras sacaba mi hamburguesa y buscaba un par de vasos para poder servir refresco.
-Pero si quieres ve a cambiarte mientras yo preparo las cosas.
Sonrei tiernamente.

Deje la hamburguesa en la mesa y me acerque a ella para besar su mejilla.
-Bueno, tan sólo ire a asearme, no tardaré mucho.
Sin esperar respuesta, me apresuré a salir de la habitación para practicamente correr al baño.

Le hice una señal con la cabeza para que fuera tranquila y mientras yo servia refresco y buscaba platos y cosas asi.
Cuando deje todo preparado encendi el estereo y puse musica bajita mientras recorria el comedor viendo las cosas que habia en aquel lugar.

Cuando termine de asearme, me detuve un poco indecisa en la puerta de mi habitación, ¿vestirme o no?
Mordí mi labio inferior mientras apoyaba la mano sobre la puerta, pero al escuchar la música me distraje por lo que termine yendo hasta el comedor, aún con la bata.
Me apoye en una pared, sin que ella se diera cuenta y me quedé observándola sin interrumpir su concentración en las fotos que veía.

Tome una foto y rei suavemente al ver la carita de Naomi. Debia tener como unos 6 años y era una niña de lo mas adorable. Tenia las mejillas rojitas y moños divertidos.
La mayoria de las fotos en ese lugar eran de Naomi.. En mi casa habia muchas pero podia contar con los dedos de una mano aquellas en que no estaba con Katie.

Me acerque a ella sin hacer ruido -y me ayudaba la música que sonaba- y mire por sobre su hombro para ver cual miraba.
-Jesus, no puedo creer que esa foto esté ahí.- dije en un susurro.
Es que yo siempre desaparecía las fotos que no me gustaban, aunque mi madre terminaba encontrando todo y volviendolas a poner a donde pertenecían.

Me sobresalte un poco al escuchar su voz y movi mi cabeza para poder mirarla.
-Creo que te ves hermosa.
Dije en tono bajo antes de besar sus labios suavemente.
-Tienes suerte de tener tantos recuerdos de cuando eras pequeña... Quizas haga desaparecer esta foto y la guarde en mi santuario a Naomi.
Dije a modo de broma.

-Puedes quedartela si quieres.
Dije encogiéndome de hombros para después apoyar mi barbilla sobre uno de los suyos.
-Creo que mi madre lo entenderá.
Reí suavemente.
Es que el mismo día en que le había pedido a Emily que fuera mi novia, le había contado todo a mi madre.

-Perfecto entonces.
Bese su mejilla con suavidad al tiempo en que sacaba la foto del lugar en que estaba.
-Tienes hambre?
Pregunte en tono bajo mientras la observaba de reojo.

Espere a que sacará la foto para soltar un ruidito afirmativo y luego hice que se girará para que quedáramos frente a frente.
La mire con una sonrisita y luego hice un mechón de su cabello a un lado mientras me acercaba, uniendo mis labios con los suyos.
Al comienzo fui con total ternura pero cuando la sujete por el cuello, intensifique el beso un poco.

Puse mi mano libre en su cintura y correspondi su beso con la misma intesidad que ella ponia.
-Yo o la comida?
Pregunte entre suaves besos, pero no la deje responder, sino que me aparte un poco y la lleve hasta la mesa.
-Mejor ganas un poco de energia y luego yo.
Le guiñe un ojo de manera divertida antes de robarle un beso.

Estaba haciendo pucheros cuando me senté en la mesa pero cuando ella me miro, no pude controlarme más y reí suavemente.
-De acuerdo, ya has dicho así que no quiero cambio de planes después.
Tome mi hamburguesa y la mire antes de darle una mordida.
-Me encantan estás hamburguesas.
Y no podía dedicir si era porque en verdad eran buenas o porque las había ido a comer por primera vez con ella... llegaba a ser realmente cursi en algunas ocasiones.

-A mi tambien.
Dije en tono divertido mientras comia un poco.
-Han destronado a las de McDondald's y eso ya es mucho decir.
Rei suavemente mientras tomaba una servilleta y limpiaba la comisura de sus labios.

-Totalmente de acuerdo y yo podía vivir comiendo diariamente las de McDonald's
Aunque me había limpiado, cuando aparto su mano yo saque mi lengua para tocar la comisura de mis labios más por impulso que otra cosa.
-Ems, me vas a mal acostumbrar a todos tus mimos.
De hecho ya estaba un poco, una vez se había quedado a dormir conmigo y ahora tenía que abrazar la almohada para lograr dormirme.

-Yo no tengo problemas en que te acostumbres.
Dije con una sonrisa mientras tomaba mi vaso y bebia un poco de refresco.
-Me gusta mimarte, eres demasiado mimable.

-¡Aja! Quieres asegurarte de que nunca de los nunca te dejaré, ¿verdad? Y que con tanto mimo dependa de ti.
Dije en tono bromista y sonreí de la misma manera.
-Bueno, nada más para aclararlo, no necesitas mimarme tanto... me encanta que lo hagas, sí, no lo voy a negar. Pero nunca de los nunca te dejaría.
Me acerque a ella para dejar un beso tierno y luego seguir comiendo mi hamburguesa mientras la miraba con una sonrisa.

Era genial escucharla decir esas cosas ya que precisamente era ella quien tenia problemas con aceptar lo nuestro al comienzo.
Segui comiendo mi hamburguesa, pero no le quitaba la vista de encima.

Había apartado mi mirada de ella por un momento pero cuando la volví a mirar, entrecerré los ojos.
-Si me dices que te gusta verme comer, no te voy a creer nadita.
Es que ella siempre decía que le gustaba verme hacer cualquier cosa pero yo a veces pensaba que exageraba.

-Pero es la verdad.
Sonrei suavemente.
-Me gustas, me gusta mirarte.. Creo que hasta me gustas cuando estas en el baño.
Solte una leve risa.