Las penas de un enamorado

-Llevas mas de un mes con esos lloriqueos, Chris!-
Exclame en tono divertido mientras ponia una galleta en su boca.
-Lamentarse todo el tiempo es mas perjudicial aún.-

*Bueno, si soy una nenita... nunca había pasado algo así* dije encogiéndome de hombros, pero como que más relajado ante este asunto.

-Y cuando encuentres a esa persona para ti no volveras a pasarlo.-
Sonrei amablemente.
-Solo.. tienes que dejar de pensar en Angie y las cosas van a resultarte mas faciles.-

Asentí secamente, mirando el pasto pero luego la mire a ella, dedicándole una suave sonrisa, volviendo a asentir *Lo haré* es que ella tenía razón, tenía que dejar de pensar en Angie porque eso solo arruinaba mi existencia.

-Y que te parece si nos vamos a comer algo?-
Pregunte con una sonrisa mientras acomodaba mis cosas dentro del bolso.

*Me parece una buena idea* y en ese momento mi estómago hizo un fuerte ruido que me hizo reír *Y creo que el esta de acuerdo* me puse de pie, esperando a que ella terminará de meter sus cosas para ayudarla a levantarse.

Tome su mano para poder ponerme de pie y acomode mi bolso en mi hombro.
-Tu invitas?-
Pregunte con una sonrisa mientras me tomaba de su brazo.

*Si, bueno...* aquella noche me quedaría sin píldoras pero no importaba demasiado. Tome su mano para hacer que soltará mi brazo pero luego baje mi mano hacía la suya para tomar su mano con la mía, entrelazando mis dedos con los suyos *Tú decides el lugar*

Mire nuestras manos juntas y nuestros dedos entrelazados y por un instante sonrei bobamente.
-Conozco un lugar donde hacen los mejores sandwich que podras probar en tu vida.-
Le guiñe un ojo de manera divertida y lo jale suavemente comenzando a caminar lentamente.

*De acuerdo, confio en ti... tienes buen gusto* sonreí y la seguí despacio, pero por un rato yo caminaba detrás de ella a pesar de que estabamos tomados de la mano hasta que dio un fuerte jalón, por lo que me puse a su lado. La mire y ambos nos sonreímos a la vez mientras salíamos del colegio.